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martes, 10 de agosto de 2010

hombre pequeñito

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario, que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé un cuarto de ala;
no me pidas más.

alfonsina storni

El 21 de noviembre de 1938, el Senado de la Nación rindió homenaje a la poeta en las palabras del senador socialista Alfredo Palacios. Este dijo:

«Nuestro progreso material asombra a propios y extraños. Hemos construido urbes inmensas. Centenares de millones de cabezas de ganado pacen en la inmensurable planicie argentina, la más fecunda de la tierra; pero frecuentemente subordinamos los valores del espíritu a los valores utilitarios y no hemos conseguido, con toda nuestra riqueza, crear una atmósfera propicia donde puede prosperar esa planta delicada que es un poeeta

lunes, 2 de agosto de 2010

belleza sin edad

A todas las mujeres nos aterra la idea de llegar a cumplir nuestras bodas de oro cronológicas y comprobar que la piel de nuestro rostro empiece a mostrar aparte de las naturales arrugas y líneas de expresión ¡la flacidez!, sin encontrar otra alternativa que acudir al cirujano plástico inmediatamente.

Cuando llegamos a los 50 se dice que somos “mujeres maduras” y el solo hecho de escuchar esas palabras nos hace sentir mal.

Por lo general, a esa edad empieza la menopausia, que es una fase biológica completamente natural por la que todas tenemos que pasar. Llegada esta etapa las deficiencias hormonales hacen que las funciones de la dermis sean más lentas, la producción de fibras de colágeno y elastina disminuyen provocando que la epidermis y dermis se debiliten y consecuentemente la piel se torne más frágil y fina. La pérdida de firmeza se hace evidente, se presentan cambios en la pigmentación, más arrugas y sequedad en el rostro.

A los cincuenta años, las “patas de gallo” y arrugas en lo que a estética se refiere, no son tan preocupantes como la flacidez del rostro, lo cual se convierte en el principal y obsesivo problema. Los tejidos del rostro se relajan, el óvalo se va desdibujando lentamente y el rostro empieza a “caerse” debido a la degradación de la estructura del soporte de la piel, es decir de las fibras de colágeno y elastina.

Felizmente los productos cosméticos indicados para esta edad incorporan sofisticados activos que ayudan a reafirmar los tejidos para detener el deterioro de las fibras de sostén y evitar el “descolgamiento”. Solo cuando este es muy notorio o evidente, la solución será hacernos un lifting.

El tratamiento indicado para la década entre 50 a 60 años es el uso de cremas que contengan fitohormonas, las cuales ayudan a compensar los cambios hormonales, cremas hidratantes muy concentradas, que cumplan la función de reforzar la estructura interna de las células para combatir la sequedad, cremas reafirmantes para detener la flacidez y mascarillas revitalizantes. Para las manchas es indispensable el uso de productos despigmentantes, para lo cual debemos ser muy pacientes y constantes en el uso ya que el resultado de este tratamiento se verá a largo plazo.

Y por último debemos observar una alimentación saludable y beber como mínimo 8 vasos de agua al día para mejorar el estado de nuestra piel desde el interior